Panorama macroeconómico peruano luego de dos meses del cambio de mando
Moises Gonzalo Alfaro Ponce
En estos días, un tema muy comentado es la fluctuación del tipo de cambio, el cual se ha venido depreciando en los últimos meses. Dicha depreciación es un reflejo del nivel de confianza de la inversión privada en las instituciones y en la situación política peruana. En ese sentido, hace poco, la agencia calificadora de riesgo Moody´s rebajó la calificación peruana de A3 a Baa1, lo cual refleja su perspectiva de que un entorno político inestable ha incrementado el riesgo político y ha debilitado materialmente la capacidad de formulación de políticas. Así, dichas condiciones afectan negativamente la confianza de los inversores y han socavado las expectativas económicas de Perú, lo que ha afectado negativamente las perspectivas crediticias de Perú a mediano plazo. Pero ¿En que afecta ello a los peruanos?
Pues bien, las personas consumen, en parte, de acuerdo al nivel de ingresos con el que cuentan. En ese sentido, el PBI refleja el ingreso agregado de los peruanos; así, para que aumente el ingreso bruto (PBI) de un año a otro, se necesita que haya inversión de capital, el cual se consigue a través de financiamiento. Este financiamiento se encuentra sujeto a la tasa de interés de los mercados de flujos prestables; de este modo, ante una alta tasa de interés, la inversión será menor. Ante altas expectativas de inestabilidad política y/o económica, los factores que influyen en la determinación de dicha tasa de interés (como el riesgo país) hacen que aumente. Ello encarece el financiamiento, lo que provoca que disminuyan los niveles de inversión. La disminución de la inversión en un país se refleja en una menor cantidad de empleos, fuga de capitales (que acrecienta la depreciación de la moneda) y, por ende, un detrimento en el ingreso de las personas, que ahora consumirán menos con, además, una menor capacidad adquisitiva por la depreciación de la moneda local.
De lo dicho anteriormente, se puede observar que la inestabilidad política en el país es dañina para todos los peruanos, debido a que esta afecta las expectativas de crecimiento del nivel de ingresos a futuro. Sobre esto, como se puede observar en el último reporte de inflación del BCRP de septiembre (BCRP, 2021), se señala que la proyección de crecimiento del PBI peruano para el 2022 (en términos reales) ha disminuido de 4.5% a 3.4% con respecto a lo proyectado en el reporte de junio y que, asimismo, la proyección de crecimiento de la inversión privada ha disminuido de 2.5% a 0.0%. Disminuciones atribuidas, por dicha institución, a la desconfianza empresarial.
No obstante, a pesar del panorama desalentador, estamos seguros que el país podrá salir adelante y sobreponerse a las adversidades, ya que, como dijo Basadre, “El Perú es mucho más grande que sus problemas”.
Referencias:
